Los medicamentos derivados de plasma humano, comúnmente llamados medicamentos hemoderivados, son fármacos cuyo principio activo son proteínas que se obtienen de plasma obtenido de donaciones de sangre o de plasma (plasmaféresis) de donantes sanos.
Sus indicaciones abarcan, entre otras, el tratamiento de trastornos de la coagulación, sustitución de proteínas plasmáticas en déficits congénitos o adquiridos, inmunodeficiencias, etc. Algunos ejemplos de medicamentos hemoderivados que se extraen del plasma humano son:
- Inmunoglobulinas, que se utilizan para tratar pacientes con inmunodeficiencias, es decir, que de forma congénita o adquirida tienen problemas para producir las defensas para luchar contra las infecciones. También se utilizan para tratar algunas enfermedades autoinmunes como el Síndrome de Guillain-Barré o la miastenia gravis.
- Factores de coagulación, los más o conocidos son el factor VIII y el factor IX, con los que se trata a las personas que tienen déficit de estos factores y sufren trastornos de la coagulación (hemofilias).
- Albúmina, que es la proteína mayoritaria del plasma que se usa, entre otros, en grandes traumatismos, o sangrados, o cuando hay una gran pérdida de volumen sanguíneo.
- Fibrinógeno, que se utiliza en los enfermos con déficit congénito de fibrinógeno, y también para enfermos con grandes hemorragias, como en las hemorragias postparto o los politraumatismos.
Muchos de los medicamentos hemoderivados son medicamentos esenciales, como es el caso de las inmunoglobulinas, para los que no existe alternativa de obtención por métodos de síntesis química o por biotecnología. Para la obtención de los medicamentos hemoderivados, el plasma se somete a un proceso de fabricación que incluye pasos de fraccionamiento y purificación hasta obtener el hemoderivado.
Su vía de administración es parenteral en la mayor parte de los casos y generalmente son de uso hospitalario.
Seguridad de los medicamentos hemoderivados
Estos medicamentos, al provenir de plasma humano, están sometidos a una regulación específica y estrictas medidas de control, que hacen que disminuya el riesgo teórico de transmisión de enfermedades infecciosas desde los donantes a los pacientes.
Esta regulación empieza por el propio material de partida, el plasma humano. Así, para los medicamentos o productos sanitarios que contengan un derivado de plasma humano, se debe remitir a la AEMPS o a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) información pormenorizada sobre las características del plasma, incluyendo los requisitos técnicos que deben cumplir los centros de recogida del plasma, criterios de selección de donantes y el análisis de marcadores virales de las donaciones, entre otros aspectos. Esta información puede reunirse en una documentación independiente que se denomina “archivo principal sobre plasma” (o en inglés Plasma Master File, PMF), la cual se actualiza y se reevalúa anualmente por las autoridades reguladoras.
Los procedimientos de fabricación de los medicamentos derivados del plasma además deben incluir etapas para las que se deberá haber demostrado que son capaces de eliminar y/o inactivar posibles agentes adventicios como virus, lo que contribuye de forma esencial a la seguridad de estos medicamentos.
Certificación de PMF (Plasma Master File)
El plasma necesario para la fabricación de los medicamentos hemoderivados se puede obtener, bien a partir de donaciones de sangre, o bien por plasmaféresis (donación selectiva del plasma). Solamente se aceptan donantes sanos que están libres de agentes detectables capaces de transmitir infecciones.
La Directiva 2003/63/EC modifica la Directiva 2001/83/CE y crea el concepto del archivo principal sobre plasma o PMF por sus siglas en inglés (Plasma Master File). El PMF centralizado es una certificación que realiza la EMA que tiene validez a nivel europeo y que asegura la calidad y seguridad del plasma que será utilizado para la obtención de hemoderivados. También se puede optar por una certificación de PMF nacional, que en este caso es realizada por la AEMPS.
Los requisitos técnicos que deben cumplirse en ambos casos para obtener la certificación figuran en las guías de la EMA:
- Guideline on the scientific data requirements for a plasma master file (Rev. 1)
- Guideline on epidemiological data on blood transmissible infections (Rev. 1)
Liberación de lotes
Por tratarse de medicamentos biológicos con características especiales, los medicamentos hemoderivados y las vacunas se someten a liberación previa de lotes, lo que es una garantía adicional de calidad y seguridad. La base legal de este procedimiento se encuentra en la Directiva 2001/83/CE (Art. 114) y en el Real Decreto 1345/2007 (Art. 41).
El procedimiento de liberación previa de lotes (en inglés OCABR, por Official Control Authority Batch Release) consiste en que un laboratorio de la red europea de laboratorios oficiales de control (llamados OMCL, por Official Medicines Control Laboratories) debe dar su conformidad a cada lote fabricado de medicamento hemoderivado antes de que el lote se ponga en el mercado, es decir, antes de que ese lote se utilice. Esto se hace mediante el análisis por el OMCL del producto terminado y de la mezcla de plasma con el que se fabrica el lote, además de con la revisión de los protocolos de producción y control del lote. Como todos los laboratorios OMCLs trabajan siguiendo normas de garantía de calidad, hay reconocimiento mutuo de la conformidad entre los países europeos. El procedimiento está coordinado por EDQM, organismo del Consejo de Europa.
El laboratorio de Productos Biológicos de la AEMPS es el OMCL español que realiza OCABR para algunos productos hemoderivados y mezclas de plasma, emitiendo certificados europeos de liberación de lotes reconocidos en España, en Europa y también empleados en países fuera de la Unión Europea.